Viajar en caravana o autocaravana con tu perro o gato puede ser una gran experiencia, siempre que la planificación sea la adecuada. Igual que revisas el estado del vehículo antes de salir, es importante preparar el espacio para que tu compañero de cuatro patas se sienta cómodo y seguro. Un rincón con su cama o manta habitual ayudará a que reconozca el entorno como propio, y llevar sus juguetes o su comedero habitual evitará el estrés de los primeros días en ruta. La clave está en que la caravana sea también su hogar temporal.

Antes de arrancar, asegúrate de que todo esté listo: agua y comida suficientes, correas y arneses adaptados, bolsas higiénicas, botiquín básico y la documentación veterinaria al día. Si viajas al extranjero, revisa los requisitos sanitarios de cada país. También conviene tener localizados los parques, áreas de descanso y clínicas veterinarias en tu itinerario, para evitar imprevistos durante el trayecto.

Por último, piensa en su bienestar durante el viaje. Controla la temperatura interior, evita dejarlo solo largos periodos y planifica paradas regulares para que estire las patas y se hidrate. Con estos cuidados, tu mascota disfrutará tanto como tú de la experiencia de viajar sobre ruedas. Al final, la mejor parte del caravaning es poder compartir el camino con quienes más quieres, también los de cuatro patas.